
¿Cuándo usar el calor y cuando el frio?
¿Cuándo usar el calor y cuando el frio?
Es una de las principales decisiones que hay que tomar cuando sufrimos una lesión, pero genera muchas dudas a la hora de cuando usar cada una. Es importante saber cuando usar cada uno ya que podríamos provocar efectos adversos.
La decisión de si debemos aplicar uno u otro dependerá del tipo de lesión y del tiempo que haya trascurrido.
El frío se utiliza cuando estamos ante una zona inflamada, aguda, ya que con él conseguiremos reducir la inflamación, el dolor y así ayudar a la recuperación. Se deberá aplicar durante 20 minutos, para así conseguir esa vasoconstricción que ayudará a reducir el calibre de los vasos y con ello, los síntomas mencionados.
El calor, sin embargo, suele utilizarse en lesiones crónicas o posteriores a 72 horas, o lesiones musculares. Se debe aplicar durante 20 minutos y en este caso se provocará la vasodilatación, ayudando a conseguir que llegue más cantidad de sangre a la zona y con ella más células reparadoras, consiguiendo ese efecto relajante y analgésico.
Una aplicación incorrecta del calor en una fase temprana puede provocar aumentar esa inflamación y con ello empeorar los síntomas, a continuación, vamos a daros unos ejemplos de cuando usar frio y cuando calor.
Frio: esguinces, traumatismos, inflamación en articulaciones (epicondilitis, fascitis…), post entrenamientos.
Calor: Dolores musculares (cervicalgias, lumbalgias), rigidez, enfermedades crónicas (artrosis).
Cualquier duda no dude en consultar a un profesional sanitario.