
Rizoartrosis: Definición, Diagnóstico y Abordaje Fisioterapéutico
1. Definición
La rizoartrosis es una forma de artrosis localizada en la articulación trapeciometacarpiana (la base del pulgar), donde el hueso trapecio se articula con el primer metacarpiano. Se caracteriza por la degeneración progresiva del cartílago articular y cambios en las estructuras periarticulares, provocando dolor y limitación funcional del pulgar. Es una de las artrosis más frecuentes de la mano, especialmente en mujeres mayores de 50 años.
2. Síntomas
Los signos y síntomas más comunes incluyen:
- Dolor en la base del pulgar, que aumenta con la pinza o agarre.
- Rigidez matutina en la articulación.
- Pérdida de fuerza en el pulgar.
- Dificultad para realizar actividades como abrir frascos, escribir o sujetar objetos pequeños.
- Deformidad progresiva (prominencia ósea y desviación del pulgar).
- Crepitación o sensación de chasquido en movimientos.
3. Pruebas diagnósticas médicas
Para confirmar la rizoartrosis, se utilizan:
- Historia clínica y exploración física: evaluación de dolor, fuerza y movilidad.
- Radiografía de la mano: evidencia de disminución del espacio articular, osteofitos, esclerosis subcondral y subluxación.
- Clasificación de Eaton-Littler: escala radiológica para determinar el grado de artrosis (I a IV).
4. Pruebas de fisioterapia (tests funcionales)
En el ámbito fisioterapéutico se emplean pruebas específicas para valorar función y dolor:
- Prueba de Grind (o compresión-rotación): compresión axial y rotación del metacarpiano sobre el trapecio; dolor indica afectación articular.
- Prueba de pinza (pinch test): evaluación de la fuerza del pulgar en pinza lateral y pulpejo-pulpejo.
- Evaluación de rango de movimiento (goniometría): abducción, oposición y extensión del pulgar.
- Valoración de destreza manual: test funcionales de agarre y prensión (por ejemplo, dinamometría).
5. Tratamiento fisioterapéutico
El tratamiento busca reducir dolor, mejorar movilidad y preservar la función:
a) Terapia manual:
- Movilizaciones suaves de la articulación trapeciometacarpiana.
- Técnicas de deslizamiento articular para mejorar la congruencia.
b) Terapia manual y técnicas complementarias:
- Liberación miofascial de la línea alba y tejidos adyacentes si hay restricciones.
- Reeducación postural y respiratoria.
b) Punción seca.
c) Ejercicios terapéuticos:
- Ejercicios de fortalecimiento de los músculos tenar y de la estabilización del pulgar.
- Ejercicios de estiramiento y movilidad para preservar amplitud articular.
- Entrenamiento de la función de pinza y agarre adaptado.
d) Medios físicos:
- Crioterapia o calor local según fase (dolor agudo o crónico).
- Ultrasonido terapéutico, TENS o láser para analgesia.
e) Educación del paciente
6. Recomendaciones
- Evitar movimientos repetitivos o de alta carga sobre el pulgar.
- Utilizar ayudas técnicas (abridores, utensilios con mangos gruesos).
- Realizar ejercicios pautados por el fisioterapeuta para fortalecer y mantener la movilidad.
- Usar ortesis en periodos de dolor intenso para reposo articular.
- Consultar periódicamente para ajustar el plan de tratamiento según evolución.
Conclusión
La rizoartrosis es una patología degenerativa frecuente que puede limitar significativamente la función del pulgar. Un abordaje multidisciplinar con diagnóstico precoz, tratamiento médico y fisioterapéutico individualizado, así como recomendaciones para el autocuidado, es clave para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.